Sergio Andrés Serrano
Un emprendedor con mucha personalidad
Por: María Gabriela Serrano
Fotografía: Jorge Tami.
Sergio, un soñador y visionario. Este joven a sus 27 años de edad, es Ingeniero Mecánico, especialista en Gerencia Estratégica, empresario y zapatero, dueño de Alicia Wonderland. Una marca que ha enamorado a los bumangueses desde el 2009, y posiblemente ya tiene loco al mundo, pero ¿Cómo no? si es que solo se necesita verlos, para empezar a hacer la lista del carrito de deseos y probablemente no alcancen los dedos de la mano para enumerarlos. Cuando Sergio emprendió este viaje, nunca se imaginó que su vida iba a cambiar de la noche a la mañana, su idea de vender zapatos era algo temporal que después se fue convirtiendo en permanente.
Nació en una familia de zapateros y aunque en sus planes no estaba continuar con la tradición familiar, tuvo la idea de emprender un negocio en el tiempo libre, ya que su universidad se encontraba en paro. Su primera idea fue un negocio de camisetas estampadas, pero después de hacer las cotizaciones de lo que necesitaba para empezar, se dio cuenta de que no contaba con los recursos en ese momento. Aburrido se fue para la fábrica de sus padres y se sentó en un taburete viejo. Desde allí se puso a mirar un zapato que esa tarde había quedado sobre una mesa; como el zapato no era de su gusto, mientras lo observaba imaginó qué modificaciones podría hacerle para sentirse cómodo usándolo. Allí, le propuso a su papá la idea de diseñar una línea de zapatos a su gusto, pero indiscutiblemente la respuesta fue: “No”. Un poco aburrido se fue para la casa de su mejor amigo y mientras hablaba con él, la mamá de su amigo le preguntó cuánto dinero necesitaba para empezar, Sergio riéndose le respondió y ella le hizo un préstamo.
Paso a paso, con la ayuda de su madre y algunos de sus amigos, Sergio ha sacado adelante este proyecto en el que muy pocos creían, y que a pesar de todas las dificultades que ha tenido, comentarios y las malas energías, hablando coloquialmente, se ha convertido en lo que es hoy, un empresario y mejor aún, una gran persona.
Para Sergio, no hay nada más importante que el apoyo de su familia al igual que lo es soñar en grande, no dejarse llevar por las opiniones de los demás y creer en sí mismo. Él menciona que “cuando uno deja de preocuparse por el que dirán, entonces empiezan a pasarle cosas buenas y los sueños que algún día eran solo sueños empiezan a hacerse realidad”.
Aunque los santandereanos tienen fama de envidiosos, Sergio cree que no los son y que por el contrario, son creativos e innovadores. En el mundo ya está casi todo inventado y lo que queda por hacer es transformar estas ideas, innovar adaptándolas a las necesidades de la sociedad, y eso es a lo que se dedica Sergio, innova en la industria del calzado, ofreciéndole a Bucaramanga y el mundo diseños exclusivos, cómodos, que enamoran y lo más importante a un precio accesible.
